sábado, 28 de marzo de 2009

LA INCAPACIDAD COMO PROGRAMA POLíTICO EN ALEGRÍA-DULANTZI

LA INCAPACIDAD COMO PROGRAMA POLíTICO EN ALEGRÍA-DULANTZI

Han pasado casi dos años desde que el Sr. Bengoa accediera al gobierno de Alegría-Dulantzi, y pese al tiempo transcurrido, su labor puede resumirse en diez puntos y en una sola palabra:


INCAPACIDAD


Incapacidad para lograr consensos y mayorías estables para impulsar los proyectos que necesita nuestra localidad. La incoherencia, la deslealtad y la falta de respeto no son los mejores ingredientes para lograr acuerdos con el resto de los concejales.

Incapacidad para fomentar la participación de todos y todas, rechazando iniciativas como la Oficina de Atención al Vecino o la encuesta de Transporte en nuestro municipio.

Incapacidad para entender que la calidad de vida está relacionada con la ampliación de los derechos y libertades de nuestros vecinos; por eso se negó a renovar y ampliar ordenanzas municipales o se opone a iniciativas como el bautizo civil.

Incapacidad para asumir que el Alcalde debe priorizar la defensa del bien público frente a los intereses privados, muchos de ellos inconfensables pero muy conocidos: la familia no es siempre lo primero.

Incapacidad para aceptar que la democracia y la legalidad supone aceptar y cumplir los mandatos del Pleno Municipal. Los acuerdos Plenarios son la mejor demostración de democracia municipal, su incumplimiento no es sólo antidemocrático sino ilegal.

Incapacidad para elaborar y desarrollar un auténtico programa de gobierno que de respuesta a las demandas actuales y a los retos de futuro de Alegría-Dulantzi. La improvisación y el parcheo no son sólo los peores programas de gobierno, sino que son la mejor demostración de incapacidad, incompetencia e irresponsabilidad.

Incapacidad para distinguir cuales son las auténticas prioridades de nuestra localidad. No tiene el mismo valor social un campo de fútbol que un Colegio de Secundaria, no puede tener preferencia subirse el sueldo a cumplir los presupuesto aprobados.

Incapacidad para comprender que los concejales que no pertenecen al Equipo de Gobierno, no sólo representan a los vecinos y vecinas de Alegría-Dulantzi, sino que representan a la MAYORIA de los y las dulantzitarras. Ni Alegría-Dulantzi en un batzoki, ni el sillón de Alcaldía está en los cielos, alejado del mundanal ruido.

Incapacidad para apostar por una auténtica política cultural, que potencie derechos y valores, ayudando a crear hábitos saludables desde un punto de vista social. Cultura no es hacer publicidad de los actos; cultura no es sólo “pan y circo”; cultura no es sólo una sucesión de celebraciones impuestas por la tradición o el calendario.

10. Incapacidad para tomar la única decisión que dignificaría su nefasta gestión municipal: LA DIMISIÓN.

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