viernes, 26 de marzo de 2010

La escuela vasca se conecta al futuro

«I am Borja». El niño dio dos pequeños golpes con un dedo en la pizarra y en la pizarra se hizo la luz. En el rectángulo blanco apareció una bandera y Borja preguntó en inglés a sus compañeros de clase. «¿De dónde es la bandera? ¿Qué idioma se habla en ese país?». Un alumno alzó la mano y contestó. Su improvisado maestro dio de nuevo dos golpes en la pizarra y en el rectángulo apareció la respuesta. Era correcta. Borja levantó un pulgar y exclamó: «¡Yeahh!».
La pizarra era digital y el dedo de Borja también. El gesto del niño resume lo que ocurrió en el colegio de Educación Primaria Dumboa de Irún, centro elegido por el Gobierno vasco para poner en marcha oficialmente el programa Eskola 2.0. Ayer, los alumnos de 309 aulas de quinto de Primaria en 141 escuelas de la red pública disponían ya de un miniordenador portátil que a partir de ahora les acompañará en sus estudios.
A lo largo de este mes el programa se irá extendiendo hasta abarcar a todos los estudiantes de quinto de Primaria en el País Vasco. Serán casi 19.000 miniordenadores en 542 aulas de la red pública y 490 de la red concertada. Cada clase contará también con una pizarra digital en la que, con sólo dos golpes de un dedo, alumnos y profesores podrán abrir una puerta al mundo entero.
Y en el umbral de ese mundo -una especie de pantalla de ordenador gigante- se encontraban ayer los alumnos de Inglés del colegio Dumboa. Borja y sus compañeros Andrea, Telmo, Daniel, Ainhara y Libertad impartieron una lección magistral a los visitantes, que observaban la navegación de los niños por las nuevas tecnologías.
Sentados en las sillas del aula, el lehendakari, Patxi López, y la consejera de Educación escuchaban las presentaciones de los alumnos, convertidos gracias a la tecnología en lo que Isabel Celaá había definido poco antes como «el centro del universo escolar». Y poco después, el director de Gestión de Educación, Carlos Crespo, recorría un pasillo con los ojos húmedos. «Me he emocionado», reconoció.
Atrás quedaban nueve meses de trabajo para dotar a todas las clases de quinto de Primaria de pizarras digitales, conexión inalámbrica a Internet y proporcionar un portátil a cada alumno. Lo que ayer se vio en el colegio Dumboa es el primer paso, no sólo para informatizar las aulas, sino también para ofrecer un nuevo tipo de enseñanza. De ahí la importancia del gesto de Borja: la pizarra a su espalda y su pulgar levantado simbolizaron la conexión entre la nueva tecnología y un niño de diez años.
Antes de ir a clase de Inglés, Patxi López e Isabel Celaá, acompañados por el alcalde de Irún, José Antonio Santano, habían visitado otra aula informatizada en la que sus alumnos mantenían en ese momento una videoconferencia con un colegio de Berriz, cuyos estudiantes dedicaron una canción a compañeros y autoridades. Para los de Dumboa este tipo de conexiones no es algo nuevo. Desde hace días se hallan en comunicación a través de Internet con un grupo francochileno de espeleólogos que andan de expedición por la Patagonia.
«Inversión en igualdad»
De explicar a los visitantes el trabajo de los niños se encargó Manolo. El profesor señaló las dos pizarras que había en clase, la digital y la de toda la vida, y las puso como ejemplo de un modelo de enseñanza que «no va a olvidar la pizarra de tiza». «Queremos conservar lo bueno que hemos hecho hasta ahora, hacer una mezcla con todo pero mirando al futuro», dijo.
Con sus 38 años de profesión a cuestas, Manolo recordaba después el paso del tiempo en la escuela a través de unos pocos objetos: «la tiza, la fotocopiadora, el vídeo y los miniordenadores». «Al charlar con los padres de estas cosas les digo que cuando apareció la calculadora también se hablaba de que los niños no iban a tener que saber hacer multiplicaciones, pero las tablas de multiplicar hay que mantenerlas en la cabeza por si falla la tecnología», afirma el profesor.
El lehendakari definió ayer esta primera jornada oficial del programa Eskola 2.0 como el inicio de «un viaje hacia la modernidad» que «no es sencillo ni barato, pero tampoco un gasto». «Se trata -indicó-, de una inversión en igualdad, creación de conocimiento y cohesión social». «En el fondo, este programa es un objetivo de país, ya que supone sentar las bases para estar bien posicionados y conquistar el futuro», comentó el lehendakari.
Para la consejera de Educación es un «hito sin retorno»: «pasar del aula informática al aula informatizada». Isabel Celaá añadió que es la apuesta de su departamento por la «modernización» de la enseñanza. «En la escuela vasca se hablarán cuatro idiomas, castellano, euskera, inglés y 'Eskola 2.0'», dijo